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Jesús deseaba ser nuestro servidor y hermano y que su madre fuera nuestra hermana. ¿Es por esto erróneo meditar en como el Hijo de Dios y la Madre de Dios? No, lo que es incorrecto es meditar que Dios no puede ser nuestro Señor y servidor, nuestro padre y hermano, nuestra madre y hermana, divino y humano. Dios no encaja en los pequeños y organizados moldes en que deseamos encajonarlo. Desde luego, el énfasis de Jesús no está en el cuerpo que lo alimentó, sino en el alma que se unió con en la realización de la voluntad de Dios.
Los padres de la Iglesia como San Ignacio de Antioquía y San Justino resaltan tanto la concepción fantástica de Jesucristo como la virginidad de su madre. La virginidad en la concepción de Jesús nunca fue negada entre la comunidad cristiana, al tiempo que la virginidad a lo largo del parto fue negada por Tertuliano y varios años después por Joviniano quien al lado de otros seguidores fue culpado por el papa Siricio. La profundización de la fe en la maternidad virginal llevó a la Iglesia a confesar la virginidad real y perpetua de María incluso en el parto del Hijo de Dios hecho hombre. De hecho, el nacimiento de Cristo «lejos de disminuir consagró la integridad virginal» de su madre. La liturgia de la Iglesia celebra a María como la Aeiparthenos, la ‘siempre-virgen’.
A las personas y a las naciones, la Reina de todo el mundo les revela la fuerza del amor de Dios, cuyos designios desperdigan a los de los soberbios, derruyen a los potentados y exaltan a los humildes, llenan de recursos a los hambrientos y despiden a los ricos sin nada (Papa Juan Pablo II, “Homilía de la Basílica de San Pedro”, Roma, 15 de agosto, 1999). La Virgen Santísima, por el don y la prerrogativa de la maternidad divina, que la une con el Hijo Redentor, y por sus gracias y dones singulares, está también íntimamente unida con la Iglesia. Como ahora enseñó San Ambrosio, la Madre de Dios es género de la Iglesia en el orden de la fe, de la caridad y de la unión especial con Cristo. Ya que en el secreto de la Iglesia, que con razón es llamada también madre y virgen, antecedió la Santísima Virgen, presentándose de forma eminente y singular como modelo tanto de la virgen como de la madre (“Constitución dogmática sobre la Iglesia, Lumen Gentium”, 63). Los académicos de las Escrituras por los siglos también han subrayado numerosos temas en la Biblia que apoyan la creencia de la Iglesia en la Asunción de María. Grandes obras de arte cristiano representan la muerte o “dormición” de María además de su asunción en cuerpo y alma al Cielo.
Por ello, estas definiciones del Romano Pontífice son en sí mismas, y no por el permiso de la Iglesia, irreformables. Un dogma de fe es una doctrina que la Iglesia propone como formalmente revelada por Dios, con lo que los leales la han de pensar firmemente y sin sitio a duda. Los dogmas pertenecen al depósito de la fe de una manera irreversible. Los hombres y mujeres de el día de hoy vivimos atentos del misterio de la muerte. La Iglesia celebra esta celebración en honor de la Virgen María desde el siglo VI en Oriente y desde el siglo VII en Occidente.
En el Viejo Testamento “La Señora Sabiduría” es un aspecto femenino de Dios. La tradición Judía tiene bastante que decir acerca de otro aspecto femenino de Dios, lo que llaman Shekinah. representa la presencia de Dios que mora en el planeta, su compasión, su solidaridad con la gente de Israel, y más. Un día fui a un concierto benéfico para la Ayuda contra el SIDA de la Iglesia Católica. Alguién interpretó una canción sobre Lourdes, el famoso santuario en Francia donde la Reina del Cielo, con el apoyo de una chica campesina, sacó a la luz un milagroso pozo sanador.
Todos los años, la Iglesia busca la intercesión especial de la Madre de Dios durante el mes de mayo. “Este año, procuramos la asistencia de Nuestra Señora aún más fervorosamente mientras enfrentamos juntos los efectos de la pandemia global”, continuó. Los veintiún obispos que asistieron al Sexto Consejo Provincial de Baltimore en 1846 eligieron denominar a la Muy santa Virgen María, bajo el título de Inmaculada Concepción, como la Patrona estadounidense, y el Papa Pío XI aprobó esta resolución por año siguiente. Más recientemente, la dedicación del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington, DC,en 1959, fue la posibilidad a fin de que los obispos consagraran de nuevo la nación a la Santísima Madre. Numerosos papas también han consagrado el planeta a María en varias oportunidades.
“Los católicos humillan a la mujer” ¿esta gente sabrá quién es la Virgen María y que significa para el católico?
— sobal ن (@SOB4L) March 8, 2020
El ángel Gabriel en el instante de la anunciación la saluda diciendo ‘llena de gracia’. En efecto, para lograr ofrecer el asentimiento libre de su fe al aviso de su vocación era exacto que ella estuviera totalmente conducida por la gracia de Dios. A lo largo de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que María ‘llena de gracia’ por Dios había sido redimida desde su concepción”. La doctrina de la Asunción de la Santa Virgen María al Cielo fue definida y declarada como “dogma divinamente revelada” por el papa Pio XII en su constitución apostólica del 1950, “Munificentissimus Deus” .
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Virgen María: ¿Quién es la Virgen María para los católicos? via @@Diocesis https://t.co/2Kv5fZCDyU
— Liga Orante Vocacional (@LigaOrante) September 7, 2019
Para los católicos la Virgen María no es una diosa a la vera de Dios, con lo que no se le adora. Sin embargo, en contraste a varios protestantes que subestiman a María, los católicos sí reconocen el papel sumamente importante que María tiene en la crónica de la salvación. Primero que nada, María no es simplemente una mujer más que Dios deseó emplear y después desechar. La Virgen María, al final de su vida, fue llevada en cuerpo y alma al cielo.
En algún lugar relata un ojo con la forma aproximada de la vulva. En este momento eso me parecía una forma más verdadera de retratarlo….hasta el momento en que mi búsqueda por un triángulo femenino especial y único me llevó a una sacerdotisa de la tradición de la Diosa. ” Coged un espejo, investigad y podréis sorprenderos de la perfección y el número de nuestros triángulos. Aun de este modo, no encontraba es estos descubrimientos un explicación absolutamente satisfactoria para el símbolo de un triángulo femenino cósmico. Me parecía que tenía que haber más en el tema que triángulos corporales. Milenios de patriarcado han desarraigado una apreciación espiritual de la puerta por medio de la cual las mujeres traen toda la vida humana a este mundo, con un trabajo y dolor inpensables.
Solo una vez que comenzase a redactar este producto, Dios/Diosa me ha conducido a las respuestas terminantes. Primero me topé con el libro Shahrukh Husain “The Goddes” -La Diosa- que afirma que el triángulo como símbolo de la mujer, la tierra y/o la diosa, se remonta a la era Paleolítica, tan temprano como el 27.000 A.Y también.C. Más tarde se me ocurrió que en el momento en que se superponen dos triángulos juntos, se forma la “estrella de David”, símbolo del Judaísmo. Un rabino me explicó que simboliza los movimientos de Dios hacia y los movimientos de la humanidad hacia Dios. Era estable en decir que el triángulo no simbolizaba a Dios mismo.
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Es esencial darnos cuenta de que la enseñanza de la Iglesia no emplea términos como “resurrección” ni “ascensión” para determinar ni detallar la asunción de María como se usa con Jesús, su Hijo. Ella no “se resucitó de la muerte” ni “se reavivó” en la tierra ni “se ascendió al cielo por su poder”. María “fue asunta al cielo en cuerpo y alma” por Dios al realizar su historia terrena. Hablan de la infancia de María y, en general, dan más datos sobre su historia y familia que los canónicos. El llamado Protoevangelio de Santiago, apócrifo, relata la concepción, nacimiento y también infancia de María –le atribuye milagros a la pequeña-, su boda con José y el nacimiento de Jesús.