Nuevo Informe Revela lo que tiene que saber sobre Rezo A La Virgen Maria y por qué debes actuar hoy

rezo a la virgen maria

La palabra Rosario significa «Corona de Rosas». Nuestra Señora reveló a varias personas que toda vez que dicen el Ave María le dan a una hermosa rosa y que cada Rosario terminado le hace una corona de rosas. La rosa es la reina de las flores, y de este modo el Rosario es la rosa de todas las devociones, y por esto la mas esencial de todas y cada una.

Puedes rezarlo también mientras trabajas, cuando no resulte posible dejar el trabajo, para agradar los deberes de la profesión, ya que el trabajo manual no siempre obstaculiza la oración vocal. El furor de nuestra plegaria, y no precisamente su duración, es lo que gusta a Dios y le gana el corazón. Una sola avemaría bien dicha es más meritoria que ciento cincuenta mal estas. Casi todos los católicos rezan el rosario, o al menos una tercera parte del mismo, o ciertas incontables avemarías. Ha prometido también quequienes lo recen devotamente y lleven los misterios como testimonio de vida, no van a conocer la desdicha yDios no los castigará en su justicia, no tendrán una muerte violenta y, si son justos, permanecerán en la gracia de Dios y van a tener la recompensa de la vida eterna.

Oración A Nuestra Señora De Guadalupe

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Te suplicamos nos concedas que, meditando los misterios del Santísimo Rosario de la bienaventurada Virgen María, imitemos los ejemplos que nos enseñan y alcancemos el premio que prometen. ¡Solo alcanzarán esa corona los valientes que la arrebatan por la fuerza!

La oración vocal es quizás la más humilde, la más simple de enseñar y de aprender y, al mismo tiempo, la que más nos educa en la fe, en nuestra correcta relación con Dios. La oración vocal, en el momento en que se dice con profunda consciencia, identificándose con las expresiones que se usan, penetrando en su significado, no solo se hace personal, sino además, forma nuestra fe en hondura guiando nuestros sentimientos, orientando cuál ha de ser nuestra relación con Dios.

• Al pie de la cruz, participaste en el dolor de Jesús, con fe firme.
• Ni tampoco para los perezosos y holgazanes, que rezan el rosario con negligencia, a la carrera, por rutina, o a intervalos y según su capricho.

Te amo, oh Señora dignísima de todo amor, y por el cariño que te tengo, prometo de ahora en adelante servirte, y hacer todo cuanto de mí dependa a fin de que otros te amen. En ti coloco mi seguridad y mi esperanza de salvación. Recíbeme como a tu siervo y cúbreme con tu manto de protección, que eres la Madre de la clemencia. Y puesto que tienes tanto poder para con Dios, líbrame de las tentaciones, o cuando menos obtenme la gracia de vencerlas. Te pido un verdadero amor a Jesús, y la felicidad de una santa muerte. Oh Mi madre, por el amor que tienes a Dios, Nuestro Señor, te suplico que seas mi ayuda en todo tiempo, pero principalmente en el último momento de mi vida.

Oh María, Consuelo de los afligidos, abraza a todos tus hijos atribulados, haz que Dios nos libere con su mano poderosa de esta terrible epidemia y que la vida pueda reanudar su curso normal con tranquilidad. Resguarda a los médicos, a los enfermeros, al personal sanitario, a los voluntarios que en este periodo de emergencia enfrentan en primera línea y exponen sus vidas para salvar otras vidas.

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Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo y el Espíritu Santurrón, Dios, por los siglos de los siglos. Contempla esta inmensa mies, y también intercede para que el Señor infunda hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y entrega rebosantes vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe, y recelosos dispensadores de los secretos de Dios. Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las ánimas. Madre de clemencia, Profesora del sacrificio escondido y discreto, a ti, que sales al acercamiento de , los pecadores, te consagramos en este día todos nuestro ser y todo nuestro amor. Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras patologías y nuestros dolores.

Tú, que desde este lugar manifiestas tu clemencia y tu compasión a todos y cada uno de los que solicitan tu amparo; escucha la oración que con filial confianza te vamos y preséntala frente tu Hijo Jesús, único redentor nuestro. Frecuentemente se piensa que la oración vocal no es tan personal como la mental porque aquí sólo se repiten fórmulas que otros compusieron, pero no es así. Y esta maternidad de María pervive sin cesar en la economía de la felicidad, desde que prestó fiel asentimiento en la Anunciación, y lo mantuvo sin vacilación al pie de la Cruz, hasta la consumación perfecta de todos y cada uno de los elegidos.

Bendice su generosidad que da vida a la devoción a ti y asiste para promover la fe en tu Hijo, Jesús. Santísima María, tal como lo hiciste con santa Catalina Labouré, derrama abundantes gracias sobre cada uno de los integrantes de la Asociación, sobre sus familias y sus conocidos cercanos. Que tu Medalla Milagrosa sea un símbolo de paz, justicia y prosperidad en la vida de cada uno de tus devotos. Madre María, protégenos y contribuye a todos y cada uno de los que confiamos en ti, a ser leales custodios de la vida que Dios nos ha dado. Te lo solicitamos por tu Hijo, Jesús, con la seguridad de que lo que solicitemos por tu intercesión nos será concedido. Que en tu última aparición te diste a entender como la Reina del Santísimo Rosario, y en todas recomendaste el rezo de esta devoción como el antídoto más seguro y eficaz para todos y cada uno de los males y catástrofes que nos inquietan, tanto del alma como del cuerpo, de esta manera públicas como privadas.

Al pie de la Cruz compartiste el mal de Jesús, con fe inalterable. 20 millones de leyentes en todo el mundo leen Aletiea.org cada día. está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros varios leyentes como usted que hacen viable este fantástico proyecto de evangelización, que se llama Aleteia. Le presentamos Aleteia en números para ofrecerle un concepto. Virgen Santísima de Guadalupe, exhibe que eres nuestra Madre. Defiéndenos en las tentaciones, consuélanos en las tristezas, y ayúdanos en todas nuestras pretensiones. En los peligros, en las enfermedades, en las persecuciones, en las amarguras, en los abandonos, en la hora de nuestra muerte, míranos con ojos compasivos y no te separes jamás de .

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¡Oh Muy santa Virgen María, refugio de los pecadores! Que enseñaste a los pastorcitos de Fátima a rogar incesantemente al Señor para que esos desgraciados no caigan en las penas eternas del infierno, y que manifestaste a uno de los tres que los errores de la carne son los que más almas arrastran a aquellas terribles llamas. Infunde en nuestras ánimas un gran horror al pecado y el miedo beato de la justicia divina, y al tiempo despierta en ellas la compasión por la suerte de los pobres pecadores y un santo celo para trabajar con nuestras oraciones, ejemplos y palabras por su conversión.

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Pequeña y dulce María, princesa mía, sin pecado concebida, estrella de mis días y desde pequeña la mas especial profecía. Alumbra esta vida mía, en ocasiones enceguecida, sin ansias ni esa y totalmente empobrecida.

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