Paso a paso sobre Letanias De La Santisima Virgen Maria

letanias de la santisima virgen maria

Santurrón Domingo, el ilustre beato fundador de la Orden de los Reverendos, recibió el encargo de predicar la Divina palabra a esos herejes, y convertirlos. Otra prueba de la Inmaculada Concepción de María puede deducirse de su trabajo de Corredentora de la humanidad.

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Solicitud De Oración

María espéculo, ejemplo y modelo especial de santidad, es lo que nos propone la Iglesia cuando la invoca como Reina de los santurrones. El hombre, elevado por la misericordia Divina al estado sobrenatural y constituido hijo de Dios, tiene en Jesucristo el espejo de la perfección divina, pero los rayos que emanan de Jesucristo son todavía demasiado brillantes para la dignidad humana; la suya es una santidad increada, sin limites. Te pedimos para todos los leales nos alcances la felicidad de la castidad, conveniente a cada estado de vida y la PUREZA del alma. Ayúdanos a cuidar nuestros sentidos, nuestro corazón y nuestra cabeza de todo cuanto logre mancharnos.

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El decreto Quoniam multi del papa Clemente VIII aprobó particularmente las súplicas lauretanas,​ ya testimoniadas por un manuscrito del siglo XII,​ y que tienen que su nombre a la advocación de la Virgen de Loreto,​​ cuyo santuario formó el campo en que se desarrollaron. Señor Dios Todopoderoso, haz que por la Intercesión de Santa María la Virgen -nosotros, tus hijos- vivamos alegres en la mitad de las dificultades de todo el mundo, y alcancemos la felicidad de tu Reino Eterno. D. El que no reza las letanías al rezar el Rosario, se confunde, en tanto que estas nos dejan aplastar al maligno, ya que es una oración fácil que nos une a la vida de Cristo y de María. C. Es una oración corta y muy fácil para quien la medita, es una oración rica de santos pensamientos y de afectos sobrenaturales.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor. Cordero de Dios, que quitas el pecado de todo el mundo, perdónanos, Señor. Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión de Santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Las letanías lauretanas, son las letanías dedicadas a la Muy santa Virgen María, su nombre procede pues se hicieron populares en el Santuario de Loreto.

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• La Muy santa Virgen María es el más destacable camino para llegar a Dios.
• En 1601, con el decreto Quoniuam multi del 6 de septiembre, el papa Clemente VIII prohibió todas las súplicas que existían con salvedad de las incluidas en el Misal y el Breviario y asimismo las del santuario de Loreto, aquellas letanías ya eran llamadas como lauretanas.

De hecho, y como bien entendemos, las invocaciones de «Madre de la Misericordia» se hablan de en una oración preferida a María, la Salve Regina . María como Spes Nostra («nuestra promesa») asimismo es una parte del Salve, y ahora que necesitamos mucha esperanza como la Madre de la Esperanza.

PRESERVADA del pecado; no purificada del pecado corno todos los otros santurrones. vivió un continuo y también inagotable acto de Amor de Dios. Ninguna criatura, ni angelical ni humana es más apreciable que María. Dotada por la generosidad divina de gracias, dones y privilegios, desde el primer momento de su historia; llena la mente y el corazón de Dios, no menos que su muy puro Seno Virginal. En los treinta años que vivió en íntima unión con la Sabiduría Encarnada, cuántas veces recibiría María en el secreto de la Casa de Nazaret los vívidos rayos de la Sabiduría Eterna en los que recogía hechos y misterios; expresiones y recuerdos en el santuario de su corazón y los preservaba.

Hay una pluralidad de súplicas, como las del Santísimo Nombre de Jesús, del Espíritu Santurrón y del Sagrado Corazón de Jesús. Se han compuesto también en honor a San Miguel Arcángel, San José, Santa Teresita del Niño Jesús, Santa Rosa de Lima y a muchos otros beatos. Los orígenes de las súplicas se remontan a los primeros siglos de la cristiandad. Las súplicas eran súplicas dialogadas entre los sacerdotes y los leales, y se rezaban más que nada en las procesiones. Aunque al principio eran dirigidas solo a Dios (en súplicas) se agregaron transcurrido el tiempo invocaciones a santurrones y más que nada a la Virgen María utilizadas desde el siglo VII. Las letanías a los santurrones se produjeron en el siglo VII, y las que se relacionan con María se multiplicaron progresivamente en distintas Iglesias cristianas.

Vivimos nuestra promesa en Dios, en la vida eterna, en la felicidad aquí y en el más allá con obras de caridad, de amor orante y compasivo. Nuestra devoción a María supone amor filial por e imitación de su historia obediente, humilde, agradecida, clemente y orante. En caso contrario, nuestras oraciones a María, el Rosario, la Letanía, la Salve Regina y el Ángelus, solo serán oraciones verbales, vocales externas sin alma, y desconectadas de nuestra devoción interna fundamental a Cristo y la Muy santa Trinidad. La paz, la más noble aspiración del corazón humano, es, según San Agustín, la calma del orden. La paz es la incesante serenidad del ambiente moral que hace que la vida sea apacible y fecunda. Poderoso auxilio de los cristianos, te suplicamos enciendas en nuestra cabeza y en nuestro corazón el cariño hacia la prodigiosa oración del Santo Rosario, que tengamos la posibilidad rezarlo en la forma más agradable a Dios, la más honrosa para Ti y la de sobra fruto para nuestras almas. • La oración es la excelencia del hombre, porque eleva la mente y el corazón a misiones infinitas, hasta los profundos abismos de la vida Divina.

En el momento en que mencionamos que María Muy santa es omnipotente, no la igualamos a Dios, ni mencionamos que lo sea por sí sola, este poder, del que está revestida le viene de Dios, le fue comunicado por gracia particular de Dios. Para , el genio de los grandes Doctores de la Iglesia, la pluma de los Teólogos, la palabra enamorada de los oradores sagrados y la oración confiada de todos los que la adoran. Estas alabanzas y esta gloria tuvieron principio antes que estuviese sobre la tierra participando del privilegio del Hijo. Tras Jesucristo, el alma más santa y más sublime fue sin lugar a dudas la de María Santísima, por eso debe ser, la más exaltada y colmada de alabanzas. La medida de la santidad de María es su ardiente Caridad de Madre de Dios. Si deseamos entender por que merece María el título de Venerable debemos considerar la excelencia de su santidad. Concluye San Bernardo que fue prudente en su interrogatorio.

De esto se sigue que en el momento en que el perdón total o la disminución de la pena son compatibles con el auténtico bien, entonces la cariñosa clemencia excusa o impetra el perdón. El poder de María Muy santa tiene al fin cooperar a la obra de la Redención, a la cual están llamados todos los humanos sin distinción y, a lograr los bienes de los que tienen necesidad, ej. La perseverancia final, don que corona, según San Agustín, todos los dones, y una santa y frecuentemente, alegre muerte. María es poderosa por el hecho de que su poder se asocia al de su Hijo Jesucristo. Su divina Maternidad es el fundamento principal de su poder.

La «tranquilidad de los migrantes» es una nueva invocación y muy en sintonía con nuestro tiempo. El líder se para frente a la imagen de la Madre de Dios y recita la oración de acción de gracias e invocación con todos y cada uno de los presentes. podamos lograr la gloria de tus hijos en el reino de los cielos. La Iglesia nos enseña a invocar a Dios hecho Hombre, Jesucristo, bajo la figura y el nombre de CORDERO, símbolo con el cual el Redentor se presentó al planeta.

Los Dolorosos nos recuerdan que la vida cristiana está llena de sufrimiento y de dolor, de tentaciones y de pruebas. Veamos en este momento la excelencia del Santo Rosario considerado como oración mental. Pasamos luego a rogarle a Ella que interponga ante Dios sus omnipotentes (omnipotencia implorante. San Bernardo) oraciones para nuestro bien en todos y cada uno de los instantes de nuestra vida y sobre todo en el definitivo momento de la desaparición. En la segunda parte imploramos gracias para nosotros que Dios nos conceda los bienes necesarios y en su misericordia, nos libre de los males singularmente del mas grande de todos y cada uno de los males EL PECADO.

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