

Compartió cómo lidió con su dolor de tres maneras y momentos diferentes. Las poderosas palabras de Juan el Bautista nos ordenan prestar atención y reformar nuestras vidas. Tú y yo vivimos en una época de rehabilitación. Debido a los asombrosos avances en la medicina, las condiciones y aflicciones que alguna vez fueron casi sentencias de muerte tienen mejores oportunidades de recuperación y plenitud de vida. Un componente necesario de esta recuperación es la rehabilitación.
Índice de contenidos
La temporada de Adviento no se trata de resolver “mágicamente” todas nuestras disfunciones espirituales. Más bien, el Adviento es un momento para reconocer dónde debemos mejorar, cómo podemos lograr eso y comprometernos resueltamente con esas prácticas. La reconciliación es una herramienta poderosa para comenzar este proceso e inculcar la resolución.
Tenga en cuenta en el boletín que cada Iglesia la próxima semana tendrá una noche en la que al menos dos sacerdotes estarán disponibles san jose para confesiones de 6 p.m. Si cree que puede necesitar más tiempo, no dude en hacer una cita con uno de los sacerdotes.
Sin embargo, si recordamos que la Cuaresma es un tiempo de preparación para la gran fiesta de la Pascua, entonces quizás haya lugar para algunas sonrisas y risas cuaresmales. Somos un pueblo de la Buena Nueva, y eso tiene sus raíces en la realidad de que el amor de Dios es más fuerte que el pecado y la muerte.
Necesitamos aprender nuevas formas de pensar, nuevos ejercicios para fortalecer nuestro cuerpo, nuevas formas de adaptación para superar la pérdida de extremidades, órganos o uno de los sentidos. san pancracio Podemos experimentar la riqueza de la misericordia y la bendición de Dios solo para volver a ubicarnos en las relaciones y situaciones que nos llevaron al pecado en primer lugar.
La resurrección de Jesús indica que Dios desea nuestra conversión y nos ofrece abundantes dones para ayudarnos a lograrlo. Nuestras disciplinas de Cuaresma de dar limosna, ayuno y oración no están destinadas a enterrarnos en la vergüenza y la culpa. Más bien, son herramientas para que nos preparemos para contemplar el increíble y amoroso rostro de Dios. Después de mencionarle a una amiga lo deprimente que ha sido la noticia recientemente, me envió un enlace a un video de YouTube.
Muchas veces, descubrimos dolorosamente que no nos hemos vuelto tan fuertes como creíamos. Como los fariseos, podemos ser extremadamente conscientes de nuestras fortalezas y jactarnos de ellas, mientras ignoramos nuestras debilidades.