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rezo a la virgen maria

Haga tu piedad que el planeta conozca y experimente aquella felicidad que tú hallaste ante el Señor, consiguiendo con tus beatos ruegos perdón para los pecadores, medicina para los enfermos, fortaleza para los pusilánimes, consuelo para los afligidos, auxilio para los que peligran. El rosario ha sido la oración a la que ha recurrido el papa por siglos. Previamente, el Papa Francisco apeló a todos los católicos rezar el rosario cada día en el mes de octubre 2018 para pedir “a la Santa Madre de Dios y a San Miguel Arcángel que protejan a la Iglesia del diablo, que siempre pretende separarnos de Dios y entre nosotros”.

En la tradición católica, el mes de mayo está dedicado a María. En preparación para esta devoción particular, el Papa Francisco dirigió una carta a los leales de todo el mundo el 25 de abril pidiéndonos “redescubrir la hermosura de rezar el rosario en el hogar a lo largo del mes de mayo”.

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Preferían exponerse a la desaparición antes de faltar a sus asambleas, en las que tenían la certeza de que Jesús les hacía compañía. Observemos, pues, cómo hay que rezar el rosario para agradar a Dios y hacernos santos. Quien reza el rosario debe hallarse en estado de gracia o estar, por lo menos, resuelto a salir del pecado. Nos ponemos en sus manos «en este momento», en el hoy de nuestras vidas. Y nuestra confianza se ensancha para entregarle a partir de ahora, «la hora de nuestra muerte». Que esté presente en esa hora, como estuvo en la muerte de su Hijo al pie de la cruz y que en la hora de nuestro tránsito nos acoja como madre nuestra para conducirnos a su Hijo Jesús, al Paraíso, a nuestra felicidad eterna en el pleno y eterno amor de Dios. María, Madre de Nuestro Señor, con humildad pedimos que derrames tus bendiciones sobre todos y cada uno de los miembros de la Asociación de la Medalla Milagrosa.

Oración Para Agradecer A Dios Por El Fin De Mes

En el Avemaría, descubrimos dos reacciones de la oración de la Iglesia centradas en la persona de Cristo y apoyadas en la singular cooperación de María a la acción del Espíritu Beato (Cf Catecismo de la Iglesia Católica 2675). El Avemaría es una oración vocal, esto es, que se hace repitiendo expresiones, recitando fórmulas, pero no por esto es menos intensa, menos personal. Santa María, Madre de Dios, suplica por , los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo.

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Sin embargo, en caso de patología, puedes rezarlo en cama. Si la enfermedad te impide arrodillarte, puedes rezarlo sentado o de pie.

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No me dejes, Madre mía, hasta el momento en que me veas salvo en el cielo, para bendecirte allí y cantar tus loas por toda la eternidad. ¡Oh Muy santa Virgen María, Reina de la Iglesia! Que exhortaste a los pastorcitos de Fátima a rogar por el Papa, e infundiste en sus ánimas sencillas una enorme veneración y amor hacia él, como vicario de tu Hijo y su gerente en la tierra. Infunde también a el espíritu de veneración y docilidad hacia la autoridad del Beato Padre, de adhesión inalterable a sus enseñanzas, y en él y con un enorme amor y respeto a todos los ministros de la santa Iglesia, a través de los que formamos parte la vida de la felicidad en los sacramentos. Oh Virgen, Madre de Dios, Inmaculada María, nos ofrecemos y consagramos a ti, bajo el título de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. Que esta medalla sea para todos , prenda del amor que nos tienes, y nos recuerde nuestros deberes para contigo.

Es un amor filial que, como el niño, sabe confiar en su Madre y agradarla con lo que a Ella le gusta. El Avemaría es indudablemente entre las primeras oraciones que aprendimos cuando éramos niños. Es una oración fácil, un diálogo muy sincero nacido del corazón, un saludo cariñoso a nuestra Madre del Cielo. Al mismo tiempo, deseando ser reales cristianos, y por ello, merecedores de las miradas de Dios y de tu protección, te suplicamos humildemente, tierna Madre nuestra llenes nuestra alma del espíritu de oración, de humildad y de mortificación de nuestras pasiones. Obtennos fidelidad en el cumplimiento de nuestros deberes religiosos y perseverancia en el bien hasta la muerte. “Además, les ofrezco dos contenidos escritos de oraciones a la Virgen que pueden recitar al final del Rosario, y que mismo diré a lo largo del mes de mayo, unido espiritualmente a .

Que siempre y cuando la llevemos nos bendiga tu cariñosa protección y nos conserve en la gracia de tu Hijo. Oh Virgen vigorosa, consérvanos siempre a tu lado en todos y cada uno de los momentos de nuestra vida. Otorga a estos hijos, la felicidad de una aceptable muerte, a fin de que en unión contigo tengamos la posibilidad gozar para siempre de la eterna felicidad.

Acompaña su heroico esfuerzo y concédeles fuerza, bondad y salud. te pedimos que les concedas la gracia de la curación y la liberación. Virgen Muy santa de Guadalupe, Madre y Reina de nuestra patria. Aquí nos tienes humildemente postrados frente tu prodigiosa imagen. Estando bajo tu sombra protectora, y en tu maternal regazo, nada podremos temer. Ayúdanos en nuestra peregrinación terrena y también intercede por nosotros ante tu Divino Hijo en el instante de la desaparición, a fin de que alcancemos la eterna salvación del alma. Por tu justicia, presente en nuestros corazones, reine la paz en el planeta.

¡Oh Santísima Virgen María, salud de los enfermos y consoladora de los afligidos! Que movida por el suplico de los pastorcitos, curaste en tus apariciones en Fátima, y convertiste este lugar, santificado por tu presencia, en oficina de tus misericordias maternales a favor de todos los afligidos. A tu Corazón maternal acudimos llenos de filial confianza, mostrando las patologías de nuestras ánimas y las aflicciones y dolencias de nuestra vida. Echa sobre ellas una observación de compasión y remédialas con la ternura de tus manos, a fin de que así tengamos la posibilidad servirte y amarte con todo nuestro corazón y con todo nuestro ser. ¡Oh Santísima Virgen María, Madre de la divina gracia! Que vestida de alba blancura te apareciste a unos pastorcitos sencillos e inocentes, enseñándonos de este modo cuánto debemos querer y procurar la inocencia del alma, y que solicitaste por medio de la enmienda de las prácticas y la santidad de una vida cristiana impecable.

Los adjunto a esta carta para que estén predisposición de todos”, escribió. Elija entre las oraciones para recitar al final del rosario por el objetivo de la pandemia COVID-19. ¡Oh Dios, cuyo Unigénito, con su historia, muerte y resurrección, nos mereció el premio de la salvación eterna!

• Mírame con compasión, no me dejes, Mi madre.
• El segundo defecto en que se cae ordinariamente al rezar el rosario es no tener otra intención que la de terminarlo próximamente.

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Ya que una vez recibida en los cielos, no dejó su oficio salvador, sino que sigue alcanzándonos por su múltiple intercesión los dones de la eterna salvación. La genuina devoción busca imitar las virtudes que vivió la Santísima Virgen siguiendo de esta forma su ejemplo de vida. «Ruega por nosotros, pecadores, en este momento y en la hora de nuestra muerte». Pidiendo a María que ruegue por , nos reconocemos pecadores y nos dirigimos a la «Madre de la Clemencia», a la Toda Santa. Ámbas palabras del saludo del ángel se aclaran mutuamente.

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